Ensuciándonos las manos juntos

Cuidado de las Personas es la segunda ética de la permacultura. Esta ética, al igual que la participación justa, puede derivarse fácilmente del cuidado de la tierra. Muchas de nuestras necesidades físicas pueden satisfacerse cuidando la tierra y permitiéndole florecer. Podemos cultivar alimentos nutritivos y diseñar sistemas que prioricen la tierra, lo que luego debe beneficiarnos como miembros de una comunidad global más amplia que depende de los recursos naturales y los rendimientos de la tierra. 

De otras maneras, el cuidado de la tierra también puede cuidar a las personas. Existen numerosas iniciativas de investigación y estudios sobre los beneficios de sumergirse en la naturaleza. Cuidar la tierra y estar dentro de una comunidad en la que todos lo hacen no solo nos conecta con la naturaleza individualmente, sino que nos conecta entre nosotros. Y, así como todos necesitamos comida, agua y refugio, también necesitamos amistades, familia y un sentido de pertenencia. 

Reflejando los principios de la permacultura que fomentan los bucles de retroalimentación positiva, Cuidado de la Tierra, al unir a las personas (y brindar atención a las personas), creará formas mejores y más diversas de cuidar la tierra, al final aumentando la resiliencia, la creatividad y la conexión de las comunidades.

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